Si te entrevistas para el trabajo de tus sueños, elimina estos errores.
Esa hora o treinta minutos pueden ser determinantes en tu carrera, ¿por qué estropear esa oportunidad? Seguramente no serás la única candidata pero, lo más importante, es que eres la indicada para el puesto. Así que tienes que asegurarte que todo lo que sucede en esos preciados instantes sea a tu favor.
Mucho se habla de lo que debes hacer para prepararte antes de ir a una entrevista. Si quieres detalles al respecto, consulta mi libro Imagen, actitud y poder (sello Aguilar, editorial Penguin Random House). Pero ahora veremos lo que no debes hacer en esa oportunidad de oro:
- Llegar tarde a la cita. Mucho hablará de ti la puntualidad, pero si no tienes cuidado de estar a tiempo la primera vez que conocerás a tu empleador, está visto que no eres confiable.
- Entrar con un café y algo de comer. No se trata de una cita social, ni es una reunión entre amigos. Debes llegar con tu CV en mano, aunque lo hayas mandado por mail, tu book si estás presentando un portafolio creativo, y una libreta lista para tomar apuntes. Eso es todo.
- Presentarte maquillada como para salir en una película. Si bien es cierto que las mujeres debemos esmerarnos en el maquillaje, cuando nos presentamos a trabajar y aún más para causar una buena primera impresión, no debes exagerar con este tema. Las fiestas, las películas y los festejos de Halloween pueden requerir una buena cantidad de pintura, pero cuando la cita es en una oficina y hablarás con tu entrevistador de frente, lo mejor será que vayas maquillada meticulosamente, sin caer en los excesos.
- Lucir una melena salvaje. El pelo hablará a gritos sobre ti. Es decir, si tu peinado está alborotado, dirá que tú eres así de revoltosa. Cuando está pulido, en cambio, estará marcando que siempre eres disciplinada y estás en control. ¿Qué crees que ayude más a impulsar tu carrera?
- Ir con uñas a medio manicure. O, por decirlo más claramente, con el esmalte gastado o despostillado. ¡Mala señal! Tu entrevistador no va a pensar: “Pobre chica, le hace falta este salario para poder retocarse las uñas”. Ni: “En verdad que no tuvo tiempo de pasar al salón con tan de llegar temprano”. Sino: “Qué desastre de persona, así va a tratar mis asuntos y los de nuestros clientes”. Si te vas a pintar las uñas, llega con ellas intactas. De otro modo, lo mejor será dejarlas al natural. Eso sí: limpias y bien limadas.
- Vestir para matar. Mejor vístete para ganar. Recuerda que puede ser tu única oportunidad de ser vista, elige tu outfit con cuidado y no salgas con él a menos de que sepas que te representa como la profesional que eres.
- Saludar sin mirar a tu entrevistador. En otras culturas no ver a los ojos puede representar una manera de otorgarles poder. Pero en el nuestro pasa como falta de respeto, atención, educación e incluso honestidad. Debes de esmerarte en hacer contacto visual durante la mayor parte de la entrevista y si hay más de una persona en la reunión, no dejes de incluirlos con tu mirada de vez en cuando.
- Hablar mucho o demasiado poco. Aquí hay otro asunto donde debes estar en el punto medio. En una entrevista de trabajo debes escuchar con atención y responder asertivamente, no con monosílabos. Pero tampoco exageres, pues si hablas de más puede ser que el tiempo se acabe y la entrevista quede incompleta. Capitaliza el tiempo, haz también preguntas para que se note tu interés y responde con la certeza de que tu opinión es importante.
- Improvisar y/o tratar de adivinar. Si no investigaste suficiente sobre el puesto, el trabajo y la empresa donde pretendes que te contraten, es obvio que no estás tan interesada. Quizá creas que será fácil engañar a tus futuros jefes inventando datos o expresando opiniones desde la ignorancia. Pero créeme, los que te entrevisten notarán que no dominas el tema y lejos de pensar que aprenderás sobre la marcha, van a borrarte de la lista de candidatos por no haber hecho tu tarea.
- Decir adiós sin agradecer. Una de las cualidades que se revelan de inmediato en una entrevista de trabajo, es la educación. Saber despedirte agradeciendo la atención de tus entrevistadores, no sólo demostrará tu gran cuna, sino también que estás capacitada para ser parte de su equipo.
Evita estas 10 cosas y tendrás un camino directo hacia el éxito. ¡Mucha suerte en tu entrevista! Que tengas pronto el puesto que siempre has soñado.
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Fotos: SHOWbit