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¿Cómo vestirte y actuar durante una entrevista de trabajo?

La primera entrevista de trabajo puede ser la puerta de entrada o de salida a tu sueño. Haz lo que está en tus manos para que sea exitosa y se convierta en el primer paso a tu carrera ascendente en esa empresa que te quiere conocer.

 

 

Una entrevista es la posibilidad para hacer la carrera que anhelas y llegar a esas metas que te has marcado. Pero no hay atajos. Hay que entrar por la puerta correcta y no desviarte por los caminos fáciles que prometen grandes salarios e increíble fama, cuando sabes que lo que necesitas es construir unos buenos cimientos que te sostengan sólida para escalar en tu profesión.

A través de mi carrera suelo entrevistar a decenas de chicas que aspiran a trabajar en lo que siempre han deseado. No importa qué tanta experiencia tengan, es imprescindible que se presenten pulcras, bien vestidas y sin nada que pueda llamar más la atención del entrevistador que su personalidad y desempeño durante el encuentro. Nada de uñas plateadas, pieles de zorro, tacones de sadomasoquistas o el suéter consentido, viejito y lleno de bolitas que le regaló su mamá.

Tu outfit tiene que ser el de una profesional en el empleo que quieres conseguir. Si tu fin es ser médico, tu atuendo tiene que ser coherente con esa profesión, pero si deseas entrar a la moda, no es necesario llegar con la última colección de Valentino. Con que se vea que tu ropa está cuidada y correctamente coordinada es suficiente.

 

 

¿Sabes qué dices en silencio? En una entrevista de trabajo hay dos cosas que expresan mucho de ti, a pesar de estar callada: tu ropa y tu cuerpo. La ropa es una herramienta que debes aprovechar desde la primera entrevista de trabajo y después te puede ayudar a seguir construyendo tu futuro profesional.

Elige la ropa adecuada para el trabajo y el ambiente laboral que hay en ese sitio. Tómate el tiempo para buscar por Google a la persona que te va a entrevistar, a quien sería tu jefe e incluso a las mujeres que admiras en la escalera más alta de esa profesión. Antes de la pandemia te hubiera propuesto esperar afuera de esa oficina durante la hora del almuerzo o la salida, para ver cómo se vestían las chicas que trabajaban ahí. Eso te hubiera dado claves importantes para elegir el guardarropa que necesitabas, pero, lo más importante, era identificar la ropa que pudiera darte la llave de entrada al trabajo que deseas. Hoy, sin embargo, tendrás que hacer un trabajo de investigación a distancia viendo los perfiles de las personas clave en tu industria en Linkedin, Facebook, Instagram y YouTube, para descubrir cómo visten y emularlas. Espejear, le llamo, es vestir similar a como lo hacen las mujeres poderosas en la empresa donde van a entrevistarte, de manera que te vean como parte de la familia desde el momento en que te conozcan.

Para una empresa conservadora: la ropa estructurada como un saco y una camisa serán perfectos. Procura que tu peinado se vea pulido y que tu maquillaje esté fresco.

 

 

Para un sitio de Internet: puede que no necesites ponerte un traje sastre, pero un vestido o una bonita blusa te ayudarán a dar un look poderoso y de mujer responsable.

Para un puesto de ventas: definitivamente súbele el nivel a tu outfit, como si fueras a vender a tu cliente más importante. Para ello, un saco divino, una blusa femenina o un vestido serán perfectos.

 

 

Para un trabajo creativo: si bien es cierto no se espera que seas formal en tu vestimenta para ese trabajo, tampoco se trata de que te presentes como si fueras al supermercado. Trata de ponerte bonita, un atuendo semi casual es mejor que uno totalmente relajado.

 

 

Algunas cosas básicas que debes considerar: viste formal dentro de tu estilo. Procura no ponerte algo excesivamente llamativo, como una blusa de lentejuela o una chaqueta de cuero llena de estoperoles, a menos de que estés buscando un papel en una película que requiera ese look. Ponte un atuendo que se integre con el ambiente laboral de la empresa a las que deseas pertenecer y que, al mismo tiempo, sea cómodo y congruente con tu personalidad. No quisiera verte en un traje sastre de una ejecutiva bancaria si llevas el pelo rosa, la piel tatuada y varios aretes en el rostro. Pero siempre tira hacia arriba, como si te fuera a pasar lo que a mí me sucedió en Elle, cuando buscaba ser coordinadora editorial pero me ofrecieron ser la directora editorial, y te terminarán dando un mejor puesto del que solicitas.

Usa accesorios sencillos y silenciosos, no quieres que el ruido de tus pulseras ocupe un lugar importante en la conversación. Maquíllate cuidadosamente para que tu rostro se vea fresco y cuidado. Lo mismo va por tu pelo: que luzca recién lavado está fantástico, pero que se note que alguien lo peinó por la mañana.

Tu cuerpo también puede hacerte ver segura y capaz. Mira a la cámara de la computadora o el celular, con la cabeza derecha. Al sentarte, adopta una postura en la que tu espalda esté recta y tus brazos se estiren a los lados o hacia el frente. Evita a toda costa jorobarte, agachar la cabeza o enredarte entre tus brazos. Durante la entrevista, sonríe al saludar y despedirte, escucha y haz las preguntas pertinentes (a los entrevistadores nos encantan las personas curiosas). Elige un espacio neutro, de preferencia sin adornos y definitivamente fuera de tu dormitorio. Ilumina bien tu rostro, asegúrate de que tienes una buena conexión de Internet y no tendrás interrupciones de las personas que viven a tu alrededor. Vive ese momento con toda plenitud, sin pensar en lo que esperan de ti, sin proyectarte en el mañana. Concéntrate en el hoy y disfruta la experiencia.

Recuerda, ante la duda, menos es más en cuanto a ropa. Y más es más cuando se trata de estar presente y disfrutar la experiencia.

#Knowtherules #Breaktherules

Fotografías: SHOWbit