Conservación, restauración y curaduría de textiles e indumentaria para clasificar o exponer públicamente, es un trabajo que muy pocas personas han tenido el privilegio de hacer en nuestro país y menos aún con la juventud y el profesionalismo de Renato Camarillo Duque.
Mientras la mayoría de niños de cinco años jugaban con sus bicicletas o sus carritos, Renato Camarillo Duque exploraba los objetos que guardaban sus abuelos maternos dentro de roperos, baules y cajas. “Adentro guardaban toda clase de maravillas: vestidos y trajes de los años 60, 70 y 80, calzado de mis abuelos y tíos, así como toda clase de abrigos y suéteres fuera de moda, pero con mucha carga sentimental”, rememora el conservador y restaurador de textiles e indumentaria. “Observarlos y sentir la textura de las telas, los colores y estamapados, motivaron mi interés de pensar en el pasado a través de la ropa”. La moda, para este pequeño, llamaba su atención por las distintas maneras de vestir de las personas en los libros y álbumes fotográficos de los viajes. “Debo decir que esto marcó considerablemente mi vida, porque no sólo me inspiró el gusto por la ropa y los accesorios, también por los tejidos y prendas tradicionales indígenas, parte importante de la vida de mi abuelo, quién despertó en mí un profundo interés en conocer las telas, pero también la vida y el contexto de aquellas personas que las manufacturaban”.
Sin embargo, el momento mágico en que se definió el futuro de Camarillo como conservador y restaurador de textiles e indumentaria, sucedió a sus 11 años, al visitar una sala de vida cotidiana en el Museo Nacional de Historia. “Recuerdo mi fascinación después de observar un maniquí con un vestido colonial y la pintura de aquella señora usándolo, me pareció estremedcedor”. Tres años después, le regalaron la publicación Museo del Traje Mexicano de Lydia Lavín y Gisela Balassa, una colección de seis revistas que aborda muchos aspectos de la historia del textil tradicional mexicano, colonial, moderno y contemporáneo en México, lo que confirmó que no había otro camino profesional para este adolescente.
Una vocación tan temprana como conservador y restaurador de textiles e indumentaria venía acompañada por su profundo deseo desarrollar su carrera en museos y exposiciones. “Por esta razón, muy temprano comencé a involucrarme en el mundo del arte, los museos y las colecciones, lo que me permitió conocer el ambiente y trabajar en estas tareas desde muy joven”.
El gran momento para este conservador restaurador de textiles e indumentaria llegó con el montaje de los vestidos de Frida Kahlo. “Esta pintora es uno de los personajes históricos que más admiro y tuve el deseo de conocer sus colecciones cuando tenía 10 años. Lo conseguí a los 24, y trabajé de la mano con un equipo extraordinario del que aprendí cosas que recuerdo y aplico en cada proyecto nuevo”. Recientemente, Camarillo volvió a sumar a sus éxitos su trabajo como curador de la exposición Diego Rivera: Genio, Figura y Silueta, que se presentó en el Museo Casa Estudio, Diego Rivera y Frida Kahlo del INBA.
Al hablar de los retos que implican dedicarse al oficio de conservador, restaurador de textiles e indumentaria así como a su curaduría, Camarillo considera que la dificultad actual más grande y severa, son las pésimas condiciones laborales con las que operan actualmente las instituciones. Esto sumado a la falta de fondos se convierte un problema lamentable. “En contraste debo decir que trabajo hay mucho, y la mejor manera de generar proyectos es ser inclusivos y estratégicos en la forma en la que se abordan”, asegura. “Los capitales pueden encontrase para financiarlos, pero los resultados dependeran de la manera en la cual nos relacionamos y somos inter y multidsicplinarios”.
A los que aspiran a trabajar en el campo de acción de este conservador, restaurador y curador de textiles e indumentaria, Camarillo recomienda: “Dedicarse al trabajo con textiles y moda así como que visiten exposiciones, viajen, se refugien en los libros y sean abiertos a la crítica”. Del mismo modo, considera que nutrir la cultura general es la mejor manera de comprender las distintas sociedades y su cultura material pasada y actual. “Mi carrera profesional es como restaurador de bienes muebles, que se imparte en la Escuela Nacional de Conservación, Restauración y Museografía Manuel del Castillo Negrete, del INAH y, paralelamente, me he capacitado en temas de museografía, montaje, conservación preventiva en museos y exposiciones, comisariado y manejo de colecciones, historia del traje y de la moda, textiles indígenas tradicionales, valuación y gestión de proyectos, entre otros temas”.
Para fines de hacer bien el trabajo como conservador, restaurador y curador de textiles e indumentaria, la responsabilidad y el compromiso social son elementos claves, pues la moda es un patrimonio cultural. “ Las personas que nos dedicamos al sector cultura (como entidad), trabajamos para la comunidad con la ambición de conservar y difundir un legado y, aún más importante, la sociedad actual que vive y es la encargada de transmitir el mensaje a las generaciones futuras”.
Camarillo no ha cesado de prepararse como conservador, restaurador y curador de textiles e indumentaria, sigue llevando a cabo formidables proyectos, exposiciones y se da el lujo de dar clases, incluso piensa que le gustaría trabajar activamente para generar un proyecto que permita tener en México un museo dedicado a estudiar, conservar, resguardar y exhibir textiles, moda, vestuario de escena, tejidos y labores de aguja y de esta manera se brinde una opción al público general, lo mismo que al especializado, de encontrar un espacio en donde se conserven sus objetos valiosos. “Pienso en un lugar con capacidad de almacenar colecciones, ser un centro de investigación y un espacio abierto a la capacitación, intercambio y actualización de temas tan amplios y diversos como tendencias de moda o estudios de textiles indígenas”, comenta. Esa preocupación de buscar espacios donde los jovenes puedan encontrar opciones para conocer el trabajo y los proyectos de los nacionales e impulsarlos y que, asimismo, se valore al talento de la moda mexicana actual, así como a la historia del traje, es parte de un sueño que habita en la pasión de este mexicano notable y enamorado de sus raíces.
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Fotografías: cortesía de Renato Camarillo Duque.
Foto de Renato Camarillo en saco azul rebordado: Ricardo Velmor.