El contraste del blanco y negro parece haber llegado para quedarse, pero en esta Primavera-Verano 2021 ha adquirido un protagonismo que debe permear en tu guardarropa desde hoy.
Pensar en una diseñadora como Coco Chanel y su legado en la moda nos remite, inmediatamente, al maridaje del blanco y el negro que posiciona a la firma francesa como sinónimo de una propuesta clásica y elegante. Pero no deja de ser un enigma el por qué se convierte en tendencia en pleno confinamiento.
El primer punto a favor de matrimonio de los opuestos es que ambos representan la ausencia de color. El negro absorbe la luz estilizando la figura, pronunciándose como un tono sobrio, estricto, solemne y distinguido. Por el contrario, el blanco absorbe la luz y la refleja, lo que hace de este tono algo sublime, puro, radiante, llamativo y más relajado. Cuando se juntan, sin embargo, transmiten un nuevo mensaje, pues suman cualidades al contener lo mejor de los dos mundos.
Así, como segundo punto, el negro y el blanco han llegado a utilizarse prácticamente como si la combinación diera como resultado un tono neutro. Nótese que hablo de un solo tono a pesar de que son dos colores coordinados, pero la mismísima diseñadora de moda, conocida por sus famosos vestidos envolventes, Diane von Furstenberg, afirma que ella usa esta dupla como si fuera un tono individual con un éxito probado, al mezclar la pareja con cualquier otro matiz.
El tercer acierto en este contraste, tiene que ver que logra mezclarse con prácticamente cualquier otro tono sólido o estampado, aún si fuera multicolor. Tan es así que en mi libro Estilo y Poder, editado por Penguin Random House, bajo el sello Aguilar, dediqué una sección ilustrada con fotos para probar la manera en que el blanco y el negro se difuminan ante la presencia protagónica de tintes más vibrantes, transformándose prácticamente en una comparsa que permite brillar a los demás.
La utilización sutil de uno de los tonos sobre el otro imperante es otro recurso y el cuarto beneficio, pues una hebilla blanca en una prenda totalmente negra es impactante y memorable. Lo mismo va si todo el atuendo es blanco y sólo lo recorren vivos negros a su alrededor. Esa técnica del positivo-negativo hizo de Chanel una maestra y sus trajes de tweed con galones en contraste, hicieron del blanco y el negro un sinónimo de elegancia francesa.
En hombres o mujeres, las rayas blancas y negras, son infalibles para lograr un efecto gráfico. Especialmente cuando son verticales, la silueta se favorece y el ojo ajeno suele ver a la persona que lo lleva más alta y espigada. Sin duda esta quinta cualidad ha sido utilizada por propios y extraños en el diseño de la moda, desde con la típica raya de gis que vemos en los caballeros, hasta las increíbles variantes que se encuentran en prendas femeninas en cualquier segmento de la industria.
Todos estos formidables atributos han catapultado a esta fascinante combinación para que vuelva a la lista de favoritas de los diseñadores y se apropie de los guardarropas de los fashionistas aún cuando se encuentren en confinamiento. ¿La razón? Si algo ha resultado de tantos meses en casa, es la eliminación del guardarropa superfluo y el deseo de adquirir piezas con mayor calidad y que prometan sobrevivir por varias temporadas. Nada más apropiado para cumplir ambos deseos y asegurar que la distinción no se pelea con la funcionalidad cuando combinas el negro con el blanco.
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Fotografías: SHOWbit