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Estatus: soltera y con el derecho adquirido de dormir en medio de la cama

Dormir sola, después de haberlo hecho acompañada, puede tener como resultado que no te sientas con el derecho de ocupar toda la cama. Pero eso puede cambiar desde esta noche.

 

 

Las casadas se preguntarán por qué es importante primero, saber mi estatus y, después, que mencione en dónde me gusta dormir. La respuesta es que no ha sido fácil llegar al centro de la cama sin pareja.

 

No me pregunten por qué, pero para quienes hemos estado en una relación larga donde compartimos el lecho, resulta complicado hacerse de ese territorio ya desierto. Ése es un tema que las solteras platicamos sólo con una persona de confianza durante la cual podamos reconocer, sin pretensiones ni poses, que por años hemos ocupado el mismo lado de la cama que adquirimos años o meses atrás cuando teníamos pareja. Ahora hablaré por mí, sin incluir al resto de las amigas que conozco con esa misma experiencia: admito que al dejar el lado izquierdo de mi cama vacío era como guardar un luto, respetar un territorio sagrado o, incluso, tener la esperanza de que alguien llegara a llenar ese vacío.

 

Sin embargo, una buena y sana noche, miré mi cama y me regocije al encontrar que toda esa suave y amplia sábana era para mí y, por lo tanto, no había ninguna razón para esperar a nadie o guardarle el lugar a quien no quisiera que regrese. Giré sobre mi espalda situándome justo en el centro y desde ahí me sentí dueña y soberana de mi reino.

 

Si dormir acompañada puede ser maravilloso, también debo declarar que, en ocasiones, es desastroso. No voy a hablar de ronquidos y los movimiento telúricos con los que mi ex me despertaba constantemente, pero sí de tratar de conciliar el sueño junto a una persona que ya no tiene un espacio en tu vida o en tu corazón. No hay peor soledad que la que se vive mal acompañada. Dicho así, suena aún más desconcertante que por años me haya asignado la orilla de mi cama, como si no tuviera derecho a gozar de mi añorada libertad.

 

Ahora, con los años y mucho entrenamiento en el reinado de mi cama desde su centro, puedo decir que no es mi intención que me envidien las casadas y siento mucho si he provocado ese sentimiento en su corazón. Lo que deseo lograr es que todas las mujeres que hoy se irán a dormir solas, se den permiso de gozar el epicentro de paz y armonía que regala una cama en exclusividad.

 

#Knowtherules  #Breaktherules

Fotografía: SHOWbit.