Muchos son los mitos que nos hemos hecho de este estampado que hoy puede resultar moderno, femenino y versátil. Sigue leyendo para encontrar su nuevo sabor…
Que el camuflaje es un estampado para soldados en la guerra no es mentira. Lo que pasa es que pensar en este estampado de manera tan limitada, le quita todas las posibilidades de que lo hagas tuyo y lo disfrutes como un aire fresco en el guardarropa. Así que abordemos cada idea preestablecida y veamos cómo podemos combatirla:
- El camuflaje es masculino – Decir eso sería tanto como afirmar que los deportes sólo son para las personas de gran estatura. Sin duda se asocia al camuflaje con la milicia y a ésta con los hombres, pero estas percepciones cambiarán cuando combines tu pieza de este estampado con un vestido, una blusa de encaje o unos zapatos de altísimo tacón.
- El camuflaje no es fácil de combinar – Nada más lejano a la realidad pues este estampado resulta ser tan neutro, que se presta a llevarse con otros motivos o fantásticas texturas como prendas metálicas, suéteres o encajes.
- El camuflaje se usa al aire libre – En esta temporada, verás este estampado tanto para ropa de calle que te cubrirá del frío, como para piezas más cotidianas en telas fáciles de llevar todo el año. De hecho, como accesorio, el camuflaje también se convierte en un estampado de batalla que te llevará a la victoria sin mayor esfuerzo.
- El camuflaje pasará de moda – Este estampado viene fuerte desde el 2019 y no parece menguarse en este 2020. La razón: sus nuevos coloridos y texturas ofrecen una actitud desenfadada aún en las circunstancias más formales.
- El camuflaje lo usan sólo los valientes – Puede que esta afirmación lleve un poco de razón. Sin duda el camuflaje es para despistar al enemigo en el campo de batalla, pero en el trabajo o en tu vida social, será un punto focal y una posibilidad de generar una conversación que requerirá de tu valor y tu poder para convertirte en centro de atención.
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Fotografías: SHOWbit