Pequeños y grandes placeres para ti

 

Cuando piensas en la fortuna o en la felicidad probablemente vengan a ti grandes momentos o inalcanzables metas, ignorando que sólo tú eres la arquitecta de tu vida y quien decide si serás, o no, plena en ella.

 

Si fueras tu mejor amiga, ¿cómo te premiarías hoy? ¿Qué haría que te sintieras mimada? No estamos hablando de la bolsa de $10,000 dólares que te ha hecho creer que traerá la felicidad y que, si la tuvieras hoy en tus manos, no tendrías manera de sacarla a presumir. Quiero que pienses, seriamente, en la condición en la que estás. ¿Cómo podrías encontrar momentos de alegría y placer? Espero que se te ocurran decenas de maneras de hacer tu día más luminoso y agradable. Yo te comparto aquí las que en mí hacen la diferencia con la esperanza de alentarte e inspirarte.

 

Relevancia: haz lo que puede hacerte sentir importante. Cocinar para la familia puede ser una actividad que te relaje y que le regale a todos un delicioso menú. Para mí, lo que me hace sentir así es volcarme a la misión de impulsar la moda nacional. Todo, desde dar cursos y charlas para enseñar, hasta estimular o cooperar en campañas y hacer mi propia secuencia de fotos para mi Instagram, intentando que mis seguidores reconozcan la relevancia de usar moda nacional.

 

Regresa al origen: está comprobado que la naturaleza tiene la capacidad de brindar paz. El color verde que encontramos en parques, árboles y plantas, te regalan un caudal de bienestar que te conecta con la Madre Tierra, te hace oxigenarte y sentirte viva. Yo he dedicado mucho de mi tiempo libre a rediseñar y plantar espacios verdes, desde macetas, hasta el jardín interior, un hobby que se ha convertido en un remanso de paz y creatividad continua.

 

Tiempo: si te resistes a tener tanto tiempo, me parece que te estarás perdiendo del mejor regalo que ha traído en coronavirus. Sí, como lo lees, mi mamá diría que “No hay mal que por bien no venga”, y en este caso (y otros muchos), no se equivocó. Yo soy introvertida, me encuentro bien sola y siempre tengo mil cosas que me entretienen. Sin embargo, debo de reconocer que incluso en este confinamiento sigo con la sensación de que no me alcanza el tiempo para satisfacer todos mis deseos. Quiero leer, escribir, aprender, plantar, diseñar, arreglar, ponerme al corriente con las películas que he dejado “para el momento adecuado” y, total, que llega la noche y siento que he hecho menos que más. Así que esta semana he intentado ver en el tiempo abundancia en lugar que escases y con sólo ese cambio de mentalidad he llegado a estirar mis días o, cuando menos, a gozar al 100% todo lo que hago en mis 24 horas, incluyendo dormir.

 

Amor: como si fuera un cumpleaños que no cae en agosto, muchas personas que no he visto ni tenido contacto por mucho tiempo, me han llamado o escrito. Esta ha sido una manera de reencontrar a amistades que fueron parte de mi vida y que, por diversas razones, habían estado ausentes. Esas llamadas o mensajes sorpresivos me han llenado el corazón de alegría. He recobrado relaciones, renovado conversaciones y abrazado, virtualmente, a muchas personas que me hacen sentir amada y agradecida. También he jugado un papel activo buscando a parientes, colegas, amigos e incluso ex novios para asegurarme que están bien y reiterarles la importancia que tienen para mí.

 

Chispas de vida: yo he dejado de esperar que la felicidad llegue en un cheque o en una ceremonia de reconocimiento social. Para mí un postre delicioso, hablar con mi equipo por la mañana, practicar yoga con un vela prendida o irme a dormir llena de agradecimiento, se han convertido en la prueba de que mi bienestar es una suma de momentos mágicos que logro reconocer y apreciar. Date la oportunidad de ver los que resaltan vida, percatarte de lo que te hacen sentir y agradecer con el corazón la fortuna que tienes de estar viva hoy.

#Knowtherules  #Breaktherules

 

Fotografía: SHOWbit.