Es elegante, adelgaza y se conserva limpio por más tiempo, así que es lógico que sea el más usado por hombres y mujeres de la moda. ¿Quieres llevarlo puesto tú?

Es el favorito de las fashionistas porque estiliza, es elegante y muy fácil de combinar. Pero también representa la ausencia de color, lo que significa que puede pasar inadvertido. No es gratuito que cuando no tienes ganas de pensar en tu outfit te pongas algo de ese tono o que vayas a un velorio justo con ese color con el afán de no llamar la atención.

El negro puede ser severo y sin luz, por lo que puedes utilizarlo a tu favor cuando quieres verte seria, responsable y autoritaria. También funciona excelente para engañar al ojo, como cuando llevas un vestido negro y una chaqueta de color encima y te ves delgada, pues la mente lee que eres tan angosta como la franja oscura que es visible. Ya decía el diseñador industrial Massimo Vignelli: “No hay mejor color que el negro. Hay muchos otros colores apropiados y alegres, pero son para las flores”. Yo adoro empacar el 80% de mis prendas negras cuando viajo porque puedes usar y reusar las mismas piezas una y otra vez y lo que se nota es el toque de color que le agregues con otra prenda o accesorio.

Para sumarle puntos al color, este tono suele combinar con todo bien, incluso con el marino que antes era incombinable, hoy resulta una pareja distinguida cuya elegancia sutil es apreciada por propios y ajenos.

En sitios como Nueva York vestir de negro es asegurarse la pertenencia. Sólo ten cuidado de no ponerte negro por pereza o como uniforme con tal de pertenecer y, al hacerlo, perder personalidad e identidad.

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Fotografías: SHOWbit