Usar un collar puede darle el toque maestro a tu outfit y otras cosas fabulosas.

El collar es un accesorio que no debe faltar en tu guardarropa poderoso. Pero lo importante no es tener muchos, ni importa el precio o la marca en absoluto. Lo esencial es que puedas usarlo para favorecerte y para impactar a todos con tu estilo.

Lo primero que debes saber es que no a todas nos quedan las gargantillas. Estos collares que van pegados a la garganta son divinos, pero sólo les van bien a quienes tienen un cuello largo. ¿Cómo saber si es tu caso? Pon tu mano en el cuello tratando de cubrirlo, si aún te queda espacio para unos dedos más, tienes la suerte de poder llevar gargantillas.

Si, en cambio, con trabajo cabe tu mano o, definitivamente, te falta espacio, debes eliminar este tipo de accesorios de tu guardarropa. Pero no te preocupes, a ti te quedarán fantásticos los collares que caen más largos en el cuello o incluso abajo del pecho. Las cadenas delgaditas también son un gran recurso para adornar tu outfit y verte divina. Usa una para un toque discreto, o muchas, con distintos dijes, si quieres verte moderna y divertida.

Los collares de perlas o diamantes (finos o de fantasía), resultan infalibles para darle luz a tu rostro. De hecho, un collar cercano a tu cara dirigirá los ojos de los demás hacia ella. Nada más asegúrate de que tu maquillaje sea impecable para aprovechar las miradas ajenas.

Cuando el collar es muy protagónico, procura dejarlo que brille solo. Es decir: usa aretes pequeños, despeja tu pelo para limpiar el área y permite que él se convierta en el punto focal que le dé interés a tu outfit.

Si te sientes muy atrevida y quieres romper las reglas antes mencionadas, mezcla tu collar llamativo con un estampado interesante o usa dos o tres collares que compitan entre sí, para que complementen tu look maximalista.

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Fotos: SHOWbit