¿Qué es la alta costura?

Hermosa, lujosa y, sin duda, carísima, pero con algo que es único y valioso, por eso se llama: ALTA COSTURA.

Si tu diseñador favorito te cobra una cantidad importante porque su confección la califica como de “alta costura”, te ha estado engañando, aunque probablemente ni él lo sabe. Es posible que su trabajo sea impecable y que justifique el precio, pero de ninguna manera es alta costura. Lo que hace, es ropa a la medida.

Tal vez te preguntarás: ¿cuál es la diferencia? Bueno pues, temo decirte que existe una GRAN DIFERENCIA.

La alta costura es ropa hecha a la medida, confeccionada a mano de principio a fin, elaborada con la más alta calidad, con textiles refinados y acabados preciosos, que hacen manos expertas, utilizando técnicas tradicionales.

Mira, la Chambre Syndicale de la Haute Couture, es la institución que regula al puñado de diseñadores que pertenecen a este selecto grupo que pueden hacer alta costura. Para ello, las casas de moda necesitan cumplir con los siguientes requisitos:

1.- Hacer diseños hechos a la medida por pedido especial y realizar, cuando menos, una prueba antes de entregar cada prenda.

2.- Tener un atelier en París que cuente con, como mínimo, 15 personas trabajando de tiempo completo.

3.- Cada temporada, dos veces al año, debe presentar una colección a la prensa especializada, que tenga 35 atuendos o más, tanto de día como de noche.

Si bien la alta costura está reservada para los afortunados que pueden pagar los cientos de miles de euros que cada diseño cuesta, el verdadero negocio no reside en vender esas creaciones exclusivas. Lo que esta tradición vende, es un mundo lleno de sueños que las revistas y blogs de moda recopilan para que los lectores podemos soñar. No obstante, si después de ver esos trajes divinos que destilan lujo, no podremos nunca acceder a ellos los simples mortales, siempre existe el recurso de comprar la ropa del ready-to-wear de esa misma marca, u optar por introducirnos a esa firma de moda a través de un perfume o un lindo labial.

 

Además, hemos de decir, que el hecho de que exista la alta costura garantiza que los tradicionales talleres que hacen un trabajo a mano impresionante bordando, aplicando plumas, haciendo botones, etcétera, subsistan hasta nuestros días. Una mención especial, en este aspecto, merece la casa Chanel, que rescató estas tradiciones al comprar y mantener vivos los talleres que hacen posible la alta costura. ¡Bravo!

#Knowtherules  #Breaktherules

Fotos: SHOWbit