El año más complicado para todos fue, sin duda, el 2021. En tan sólo unos meses lo que esperábamos que fuera un año de prosperidad y cierre de la década, terminó siendo una verdadera pesadilla para el mundo entero. Pero, ¿qué aprendiste? ¿Cómo te hará madurar y mejorar todo lo ocurrido?

Este año festejé el Año Nuevo Chino en las mejor situación imaginable: en una celebración ya tradicional que se lleva a cabo en Careyes, con gran despliegue de decoraciones y fuegos artificiales. El año de la rata, decía la información al respecto, hace honor a esos seres inteligentes, hábiles, adaptables, cuyo cuerpo flexible puede moldear su cuerpo para ir y venir, sigilosamente, lo mismo a contracorriente, que a través del agua, el lodo, pasando bajo las puertas o rejas. Lo que nunca nos imaginamos fue que seríamos nosotros los que teníamos que adoptar este papel de roedores y, en gran parte del año, vivir en cautiverio tratando de sortear todos los obstáculos que el coronavirus, el desempleo, la claustrofobia, las relaciones tóxicas, la soledad, el aislamiento, las enfermedades, las muertes, las ausencias y los miedos nos deparaban.

Tuvimos, en resumen, que hacernos de algunas habilidades que antes no sabíamos que teníamos, deseábamos y necesitábamos. Avanzamos tecnológicamente lo que hubiéramos progresado en un par de años a ritmo normal. Nos sensibilizamos ante el planeta Tierra que en un grito de ayuda nos mandó el reto de un virus nuevo, letalmente contagioso y que no distinguió entre la edad, la raza, la situación económica o la educación. Padres e hijos tuvieron que convivir 24/7, muchos noviazgos y matrimonios se terminaron, los clósets parecían contener un exceso de ropa inservible y pudimos observar cómo se ahorra cuando no estamos haciendo gastos superfluos e innecesarios.

De pronto, nuestros días duraban 24 horas y algunos decidimos organizarlas para trabajar, ejercitar, convivir, dormir más o para aprender. Pasamos horas y horas de enseñanza, conferencias o convivencias a través de la pantalla. Pero también pudimos detectar los vacíos que nos había brindado una vida basada en el trabajo, en la persecución del reconocimiento y la fortuna, en lugar de nuestra paz y felicidad.

Por eso, hoy te invito a que antes de recibir el 2021 te tomes un tiempo para hacer un recuento de las ganancias y las pérdidas, de manera que puedas hacer un cierre considerando las lecciones, aprendizajes y situaciones que requieren tu atención para ser alteradas.

Para nadie ha sido fácil y si nos dieran a elegir seguramente optaríamos por borrar ese día del calendario. Pero en lugar de pensar en el por qué sucedió, vamos entendiendo el para qué fue así.

Yo tengo ya una serie de situaciones detectadas que voy a trabajar para que sean más positivas para los fines que he detectado y decidido concretar. De la misma forma que tengo muy claro que mi vida será mejor y haré todo para concentrarme en ganar riqueza interior para sentirme verdaderamente próspera y poderosa. ¿Qué piensas hacer tú en el 2021?

#Knowtherules #Breaktherules

Fotografías: SHOWbit