Los suéteres tienen un encanto relajado que te ayudará a construir diferentes looks rompiendo tus propias reglas

En esta temporada de frío, lo más fácil es combinar nuestros suéteres con jeans, un pantalón de vestir o una falda. Pero, aunque no hay nada de malo en ello, puede resultar ser un look demasiado preppy  o aburrido para sentirte poderosa o para intentar darle un refresh a tu guardarropa. Por eso me di a la tarea de buscar un par de looks que terminan por sorprender utilizando, como punto focal, el suéter.

Holgado, ceñido, largo, corto, tipo abrigo o estilo chal, el suéter tiene siempre una característica que relaja tu look. ¿Por qué sucede esto? Pues tiene que ver con que el ojo humano lee suavidad en el tejido de punto y sin importar la verdadera textura del suéter, llevarlo puesto le baja dos rayitas, o más, de formalidad al atuendo. El peligro, sin embargo, consiste en que te veas o te sientas desaliñada para una junta de trabajo, para un encuentro romántico o, simplemente, cuando quieres un empujoncito para sentirte sexy y próspera. Así que no quieres juntar muchas prendas amplias y sin forma, si lo que pretendes es lucir sofisticada y muy cuidada.

Lo ideal, para buscar nuevas fórmulas con el suéter y verte sensacional al llevarlo puesto, es que combines algunas piezas estructuradas. Es decir, que tomes prendas que sean más firmes en la tela o silueta, como faldas de cuero, vestidos de lana o pantalones de lamé. También puedes aventurarte a practicar los consejos que te doy en mi libro Estilo y Poder, para romper las reglas y contrastar texturas. Por ejemplo, adereza tu vestido de noche con una camisa a cuadros y un suéter, para quitarle completamente la formalidad. Elige una falda de tul y una chaqueta gruesa para una combinación inusual o saca a desempolvar ese vestido de encaje, tan femenino, para ponerle un toque suave y relax con el tejido de punto de tu suéter.

¿Quieres un look fantástico con un suéter para trabajar? Aquí Prada te ofrece el típico modelo en cuello en V que todas tenemos en el clóset y lo aparea con una blusa ceñida con huecos y una falda de forma A. Sin duda, un atuendo apto para todo público, pero que sólo lleva una mujer que le ha perdido el miedo a usar sus suéteres de manera original.

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Fotografías: SHOWbit