Tres tips para sacarle provecho a la envidia

Existe la envidia “de la buena”, sólo depende de lo que hagas con ella.

Ese sentimiento que te pone verde por fuera y da la sensación de que te quema por dentro, se llama envidia. Hasta hoy quizá te daba vergüenza experimentarla y, desde luego, no era un tema del que te gustaba hablar entre tus amigas o colegas. Sin embargo, puede que hayas estado devaluando su propósito y pasando por alto lo que puede hacer por tu futuro.

En su libro Girl Code, Cara Alwill Leyba menciona que hay dos tipos de envidia: la maliciosa y la benigna. “La maliciosa es amarga, resentida y desagradable, llevada por la necesidad de dejar las cosas igual, incluso si eso significa hacer que la otra persona caiga”, asegura. La positiva, en cambio, es cuando notas que alguien ha logrado algo que, sientes, podría haber sido tuyo: un buen puesto, un guapo novio o un abrigo espectacular. El punto es que en lugar de lamentar que no poseas lo que envidias, te des cuenta de que tú puedes tener algo similar, e incluso superior, si te lo propones. Es decir, la envidia se convierte en un detonador para que vayas detrás de ese sueño. Por eso, es importante que en el momento que sientas ese fuego lo conviertas en algo positivo a través de los siguientes pasos:

1.- Percibe el sentimiento de envidia y en lugar de iniciar un diálogo negativo hacia la otra persona, reconoce que ves en su logro algo que te gustaría hacer a ti.

2.- Felicita de corazón, y mejor aún si lo haces verbalmente o en sus redes sociales, a la persona que te acaba de dar el ejemplo de que ese sueño es posible y deseable para ti. Puedes, incluso, pedirle consejo sobre lo que debes hacer para lograrlo.

3.- Ahora que tienes claro un objetivo, asegúrate de declarar al universo que vas a alcanzarlo. Hazlo utilizando el presente, con el corazón vibrante y visualizando tu logro. Enfócate y no te detengas hasta vivir tu sueño. ¡Manos a la obra!

#Knowtherules  #Breaktherules

Foto: SHOWbit