¿Qué tanto debes superar o quedarte por debajo del código de vestimenta de cada evento? ¿Prefieres estar underdressed o overdressed?… Antes de decidirlo, será mejor conocer las implicaciones de tu elección.
Antonio González de Cosío y yo nos encontramos en desacuerdo en este tema cuando escribíamos el libro El Poder de la Ropa. Él aseguraba que era mejor estar mucho más formal (overdressed) en cualquier ocasión y yo que pasarse hacia el look demasiado producido daba la impresión de que no tenías experiencia ni criterio vistiendo y podías parecer ridículo. Lo interesante del caso es que ambos entendimos los dos puntos de vista y, en general, pudimos darnos cuenta de que la única manera de enfocarlo sería a través de las metas de cada quien. Es decir: si se trata de halagar a tu anfitrión (ya sea tu jefe, tus suegros, una persona importante en tu futuro profesional o una amistad importante), sin duda vístete más. Pero cuando se trata de un ambiente relajado, la entrega de un reconocimiento que no es para ti o una situación nueva en donde no necesitas tener un papel protagónico, se vale elegir un outfit clásico, minimalista e incluso más casual (underdressed).
Si tienes dudas de cuál será la situación y, por lo tanto, no te sientes al 100% segura de cómo deberías arreglarte, menos es más. Escoge ropa que te dé poder y te haga sentir fabulosa, pero cuida que los accesorios, el maquillaje y el peinado sean mesurados.
En cambio, si lo que quieres es abrir plaza y dejar a todos con la boca abierta, no tienes más que buscar ese look que te hace brillar. Más es más cuando lo que pretendes es que nadie pueda olvidar tu ropa.
En una circunstancia laboral, también es recomendable ir por más que por menos. Piensa un momento y contesta a la pregunta: ¿prefieres vestir como una subordinada o como una líder? Y seguramente ya te has dado la respuesta correcta.
#Knowtherules #Breaktherules
Fotografías: SHOWbit