La fotografía de moda es apasionante y los resultados absolutamente sofisticados pero, ¿todo es glamour en este oficio? Descubre sus aristas conociendo un poco de Iván Aguirre.
Quizá uno de los mitos menos cercanos a la realidad tiene que ver con que los que trabajamos en la moda nacimos privilegiados y estamos siempre con una copa de champaña, rodeados de gente bonita y vestidos con ropa de marca. Pero si alguien puede rebatir esta leyenda urbana son los fotógrafos de moda, quienes se pasan largas horas esperando a que sus modelos queden maquilladas, peinadas, vestidas y después tienen que lidiar con ellas, con sus cualidades y defectos, con las inclemencias del tiempo y con el equipo de la revista o de la marca que quieren fotos divinas, rápido y sin mucho presupuesto.
Nadie como Iván Aguirre para atestiguar que esa profesión no es miel sobre hojuelas, ya que en sus años como fotógrafo de moda, ha sufrido cualquier cantidad de complicaciones entre las cuales están: la exigencia de ciertas publicaciones por tener en exclusiva a un fotógrafo de moda, cuando ni les aseguran trabajo constante o un salario regular que justifique este requerimiento; los presupuestos de producción que cada vez son más bajos; la libertad del fotógrafo que muchas veces es restringido por sus clientes y un reconocimiento muy limitado como si fueran maquiladores de imágenes, en lugar de creadores de sensaciones.
Aguirre, sin embargo, no podría haber sido otra cosa que un fotógrafo de moda. “De niño mi madre era encargada de un restaurante dentro de una tienda departamental”, recuerda. “Ahí me escapaba para presenciar los desfiles de moda que hacían de vez en cuando y me gustaba ver las fotos de las campañas que decoraban toda la tienda”.
Este fotógrafo de moda, a los 12 años, vio a Kate Moss fotografiada por Pamela Hanson y supo perfectamente cuál era su destino. “A los 14 me tope con un taller de fotografía, de ahí a la fecha no he soltado la cámara”. Si alguna vez has visto las imágenes de Aguirre, seguramente te han marcado. Él fue el responsable de portadas memorables de la revista Infashion y ahora de Harper´s Bazaar, donde he tenido la gran suerte de publicar sus increíbles imágenes. No obstante, falta un gran recorrido para este talentoso mexicano.
Aguirre ha notado cambios en el medio que son dignos de tomar en cuenta para el talento joven y los aspirantes a convertirse en un fotógrafo de moda. “Antes, lo más complicado era entrar al medio, que vieran y confiaran en tu trabajo. Ahora creo es más fácil exponerlo y ser visto, las redes sociales son de mucha ayuda para descubrir talentos nuevos”, comenta. No obstante, tiene recomendaciones para quienes desean seguir sus pasos: “Pasión, humildad y perseverancia, no dejarse deslumbrar tan fácilmente, ya no hay lugar para divismos. Cada vez es más sencillo ser remplazados por gente muy talentosa”. Además de eso, invita a que los jóvenes agudicen “la observación, alimentar mucho el ojo, buscar un estilo y aprender de sus errores”.
La pasión y amar lo que hace, es lo que ha forjado a Aguirre como un estupendo fotógrafo de moda. Su meta: “Lograr crear imágenes trascendentes, llegar a inspirar a otras personas y aportar algo importante a la moda mexicana”. Ustedes no me dejarán mentir al asegurar, contundente, que eso ya lo ha conseguido.
#Knowtherules #Breaktherules
Fotografías: Iván Aguirre.