Cualquiera sabe que las marcas tienen responsabilidades con los consumidores, pero ahora que el mundo está de cabeza, somos nosotros, los que compramos, quienes podremos apoyar a los negocios locales para salvarles la vida.
Hace muchas décadas que la autoridad sobre qué tendencias florecerían, las marcas que triunfarían y las tiendas que subsistirían estaba a cargo de quien tiene el dinero para comprar y, por lo tanto, para inyectarle vitalidad a un diseñador o declararle la pena de muerte. Lo mismo sucede con los restaurantes, boutiques, galerías o revistas, por mencionar algunos negocios que dependen del apoyo de sus consumidores. No en vano hemos visto perecer a miles de tiendas de discos, películas o libros. La gente simplemente prefiere descargar la música y los libros o, si acaso, pedir que envíen sus favoritos a domicilio.
Sin embargo, una vez que hemos asumido el peligro de enfermarnos, el riesgo de contagio a los demás y la terrible posibilidad de sufrir el padecimiento sin las defensas adecuadas o sin la ayuda hospitalaria necesaria, lógicamente nos hemos avocado a la introspección, hemos evitado gastar y puede que hasta nos parezca superfluo encontrar una portada de revista que no hable del virus o un anuncio de cierta marca de lujo nos parezca fuera de lugar. El punto es que una vez que salgamos a la calle a tratar de retomar nuestra vida normal, habrá muchos pequeños negocios, diseñadores y publicaciones que no habrán soportado la larguísima cuarentena.
Pensando en nuestra moda nacional, que tanto ha tenido que luchar para existir y posicionarse en los consumidores de nuestro país, es preciso que desde nuestras trincheras y cuando salgamos, nos avoquemos a sostenerla con nuestras compras. Apoyemos lo que se hace local, especialmente a los pequeños negocios. El trabajo artesanal hoy como nunca requiere de nuestra apreciación y sustento. También las revistas necesitan de tu fuerza para superar esta época en que los anunciantes se han distanciado y se necesita una lectora comprometida que desee que sus publicaciones consentidas subsistan y, con ellas, los maravillosos sueños que evocan.
Muchas cosas van a cambiar cuando la crisis termine. Pero si tejemos una red de ayuda para nuestra industria, la reinvención o redención será más llevadera y mucho más sana para un país que hace muchos años intenta convertirse en capital de la moda y que sólo contigo lo podrá lograr. Nuestro consumo, la difusión de las marcas que te gustan y tu lealtad al producto nacional hará la diferencia para reanimar la economía, evitar el crimen, la pobreza y consolidar un diseño de y para los mexicanos. ¡Con tu apoyo lo lograremos desde hoy!
#Knowtherules #Breaktherules
Vestido negro con aplicaciones blancas, de Mora Ruíz.
Collar con cuentas africanas y cruz, de Lissette Olavarrieta.
Vestido de lino y encaje blanco, de Sweethipil.